Palabra de Dios 24 de Nov. del 2025. SAN ANDRÉS DUNG-LAC, Presbítero,  y Compañeros Mártires.

Palabra de Dios 24 de Nov. del 2025. SAN ANDRÉS DUNG-LAC, Presbítero, y Compañeros Mártires.

Palabra de Dios 24 de Nov. del 2025. SAN ANDRÉS DUNG-LAC, Presbítero, y Compañeros Mártires.

Evangelio del dia.

PRIMERA LECTURA.

Del libro del profeta Daniel ( 1, 1-6. 8-20 )

El año tercero del reinado de Joaquín, rey de Judá, vino a Jerusalén
Nabucodonosor, rey de Babilonia, y la sitió. El Señor entregó en sus
manos a Joaquín, rey de Judá, así como parte de los objetos del templo,
que él se llevó al país de Senaar y los guardó en el tesoro de sus dioses.
El rey mandó a Aspenaz, jefe de sus oficiales, que seleccionara de
entre los israelitas de sangre real y de la nobleza, algunos jóvenes, sin
defectos físicos, de buena apariencia, sobrios, cultos e inteligentes
y aptos para servir en la corte del rey, con el fin de enseñarles la
lengua y la literatura de los caldeos.
El rey les asignó una ración diaria de alimentos y de vino de su
propia mesa. Deberían ser educados durante tres años y después
entrarían al servicio del rey. Entre ellos se encontraban Daniel,
Ananías, Misael y Azarías, que eran de la tribu de Judá.
Daniel hizo el propósito de no contaminarse compartiendo los
alimentos y el vino de la mesa del rey, y le suplicó al jefe de los
oficiales que no lo obligara a contaminarse. Dios le concedió a Daniel
hallar favor y gracia ante el jefe de los oficiales. Sin embargo, éste
le dijo a Daniel: “Le tengo miedo al rey, mi señor, porque él les ha
asignado a ustedes su comida y su bebida, y si llega a verlos más
delgados que a los demás, estará en peligro mi vida”.
Daniel le dijo entonces a Malasar, a quien el jefe de los oficiales
había confiado el cuidado de Daniel, Ananías, Misael y Azarías: “Por
favor, haz la prueba con tus siervos durante diez días; que nos den
de comer legumbres, y de beber, agua; entonces podrás comparar
nuestro aspecto con el de los jóvenes que comen de la mesa del rey
y podrás tratarnos según el resultado”.
Aceptó él la propuesta e hizo la prueba durante diez días. Al
cabo de ellos, los jóvenes judíos tenían mejor aspecto y estaban
más robustos que todos los que comían de la mesa del rey. Desde
entonces Malasar les suprimió la ración de comida y de vino, y les
dio sólo legumbres.
A estos cuatro jóvenes les concedió Dios sabiduría e inteligencia
en toda clase de ciencia. A Daniel, además, el don de interpretar
visiones y sueños.
Al cabo del tiempo establecido, el jefe de los oficiales llevó a
todos los jóvenes ante Nabucodonosor y se los presentó. El rey
conversó con ellos y entre todos no encontró a nadie como Daniel,
Ananías, Misael y Azarías. Quedaron entonces al servicio del rey. Y
en todas las cosas de sabiduría, inteligencia y experiencia que el rey
les propuso, los encontró diez veces superiores a todos los magos y
adivinos de su reino.

Palabra de Dios.

SALMO.

Dan ( 3 )

R. Bendito seas, Señor, para siempre.

Bendito seas, Señor, Dios de nuestros padres. Que tu nombre
santo y glorioso sea bendito.
R.

Bendito seas en el templo santo y glorioso que en el trono de tu
reino seas bendito.
R.

Bendito eres tú, Señor, que penetras con tu mirada los abismos y
te sientas en un trono rodeado de querubines. Bendito seas, Señor,
en la bóveda del cielo.
R.

EVANGELIO.

Evangelio según san Lucas ( 21, 1-4 )

En aquel tiempo, levantando los ojos, Jesús vio a unos ricos que
echaban sus donativos en las alcancías del templo. Vio también
a una viuda pobre, que echaba allí dos moneditas, y dijo: “Yo les
aseguro que esa pobre viuda ha dado más que todos. Porque éstos
dan a Dios de lo que les sobra; pero ella, en su pobreza, ha dado
todo lo que tenía para vivir”.

Palabra del Señor.

SAN ANDRÉS DUNG-LAC, Presbítero,
y Compañeros Mártires.

Durante el siglo XVI y los siguientes, el pueblo de Vietnam escuchó
el mensaje evangélico, predicado, en primer lugar, por los misioneros
pertenecientes a diferentes Órdenes religiosas. El pueblo vietnamita
recibe la predicación de los misioneros con gran piedad y alegría. Pero
no tardó en sobrevenir la persecución. Durante los siglos XVII, XVIII y
XIX muchos vietnamitas fueron martirizados, entre los cuales se cuentan
obispos, presbíteros, religiosos y religiosas, catequistas de uno y otro
sexo, y hombres y mujeres laicos de distintas condiciones sociales.

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