Evangelio San Marcos 1,7-11. Lunes 9 de Enero de 2012.

Evangelio San Marcos 1,7-11. Lunes 9 de Enero de 2012.

“TÚ ERES MI HIJO AMADO, YO TENGO EN TÍ MIS COMPLACENCIAS”.

Juan proclamaba este mensaje: “Detrás de mí viene uno con más poder que yo. Yo no soy digno de desatar la correa de sus sandalias, aunque fuera arrodillándome ante él.
Yo los he bautizado con agua, pero él los bautizará en el Espíritu Santo.
En aquellos días Jesús vino de Nazaret, pueblo de Galilea, y se hizo bautizar por Juan en el río Jordán.
Al momento de salir del agua, Jesús vio los Cielos abiertos: el Espíritu bajaba sobre él como lo hace la paloma,
mientras se escuchaban estas palabras del Cielo: “Tú eres mi Hijo, el Amado, mi Elegido.

Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México

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2 Comentarios

  1. ruben arellano miramontes

    Si de corazón se escuchará a los de más seres humanos .por favor ayudenme a decir lo que dios padre me dijo que les dijiera ..no espero que usd me crean quiero cumprir el .andató de mi padre. Dios amor y fe contruir un templo en mi mandato aquí casa de dios ..con quien puedo decir esto si los sacerdotes no cren con quier

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    1. Juan Revilla

      Hermano Rubén: Sí Dios quiere un templo en algún lugar tarde o temprano el se va a manifestar nuevamente; los sacerdotes toman sus medidas dado a muchas falsas visiones y mensajes que muchos cristianos a lo largo de la historia han hecho por esa razón son muy recatados en escuchar estos mensajes; pero sí Dios insiste en la construcción del un templo, hermano no lo van apoder parar y tú has mucha oración por que se de; hace como unos 20 años una mujer de San Francisco del Rincón en una confesión al sacerdote le decía que veía a la virgen y que la virgen le daba mensajes, el sacerdote empezó a ver su vida religiosa y espiritual, todo iba bien, pero empezo a decir que tomaba la corana y se la ponía a ella y que ella no estaba de acuerdo con algunas cosas de ahí de aquel modesto templo, el sacerdote le dijo: “que quieres que se haga” y ella volteaba al altar y decía unas cosas fuera de razón que incluso atentaban contra la misma celebración, el sacerdote no acepto lo que proponía y ella se enojo mucho y en poco días se hizo testigo de Jehová porque no le creían, tristeza porque los testigos tampoco creen en la virgen, entonces como la iban a entender, sería mentira o no, pero un fiel que ama a Dios no se va por un berrinche, es por eso Rubén que los sacredotes tienen que ser cautos, pero vuelvo a reiterar: “Sí Dios quiere un templo no lo va a parar nadie”.

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