La civilización de la muerte

La civilización de la muerte

La civilización de la muerte

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El infierno se abalanza sobre el mundo, el mal vuelve esclavos a los hombres, pero la potencia de Dios es más fuerte que el mal y la Misericordia del Padre es más potente del “mal, del pecado y de la muerte”.

Por ello les compartimos la realidad:
Dios ha vencido, Jesús ha resucitado y con Él todos los hombres resucitarán: los esclavos y los “cautivos”, serán liberados de sus cadenas que los llevan a encontrarse con violencia y muerte.

La tierra será otra vez el paraíso de Dios, el paraíso del padre quien regresará a vivir entre sus hijos como en los primeros tiempos de la creación del hombre.

Tengan valor y sigan adelante, oremos y tengamos esperanza.

La hora se acerca, la hora ha llegado,
“Se está gestando” y no nos damos cuenta.

 

La presencia de María en el Mundo entero es la señal de que la hora del adviento del Padre, al que desde hace 2000 años le decimos: “Venga tu reino”, está cerca.

Estén llenos de gozo y sean portadores de gozo para el mundo, ustedes que creen y digan a todos:
“La hora se acerca, Jesús ha resucitado, ha vencido al mundo. Y en Él también nosotros venceremos”

Pbro. Andrés De Ascanio
Basada en la impresión de 08 de Diciembre de 1996 de L’ Aquila Italia.

La civilización de la muerte

La acción de Satanás en el Mundo, resulta ser una clara síntesis de la situación del hombre contemporáneo que, en vez de poner a Dios como su centro, se ha puesto a sí mismo, abriendo en ésta forma la puerta del infierno, la cual lo está desgarrando.

Las primeras víctimas resultaron ser los inocentes: porque o se les impide nacer por medio de la anticoncepción o el aborto se les destruye en el espíritu desde muy temprana edad.

Este constituye un claro análisis crudo y real de peligro que están corriendo los niños a los que les ha dado la posibilidad de nacer, al igual que los adultos que se dejan arrastrar por las numerosas espirales del infierno sin ni siquiera poderse dar cuenta, debido a que ya están privados de la Luz del espíritu y algunas veces también de la luz y la razón.

Esto pretende que el hombre tome conciencia de sí mismo y del abismo en el que está cayendo, es un despertador del espíritu indispensable en este momento de caos; resulta de gran ayuda para aquellos que poseen la voluntad de salir del túnel en el cual se encuentran para regresar a la luz. Esclarece en todos los casos el remedio a todas las iniquidades en las cuales el hombre, consciente o inconscientemente ha caído.

Contemplar el alucinante abismo en el que el hombre ha caído puede ayudar a tomar conciencia de los propios errores y regresar a la cima, viendo hacia adelante para suplicar misericordia al Padre de la Misericordia.
Gracias Padre Andrea, por este trabajo que pretende salvaguarda la inocencia de la devastación en la cual el hombre se está adentrando.

Dios lo bendiga y lo recompense por esta valiente batalla emprendida contra el mal de las mil caras que al final resulta tener una sola: La de Satanás que “sabiendo que le queda poco tiempo, se precipita sobre nosotros con todo su furor”.

Pero el triunfo del Corazón Inmaculado de María está cercano.

 

Cardenal Bernardino Echeverría Ruiz
OFM
08 de septiembre de 1996.

 

 

“les digo que les hará justicia sin tardar. Pero cuando vuelva éste Hombre, ¿Qué?, ¿Van a encontrar esa fe en la tierra?” Lucas 18,8

“la alternativa a la fe es el suicidio de la razón y la resignación al absurdo” Cardenal Giacomo Biffi

 

“Vendrán tiempos en los cuales los hombres enloquecerán, verán a uno que no está loco, y lo enfrentarán diciendo: -¡Estas loco!- Por el solo hecho de no ser como ellos” Antonio el Grande.

 

 

¿Qué está sucediendo en el mundo?

Estamos viviendo el momento más esplendido pero también el más dramático de la humanidad; el paso de un mundo de sufrimiento y de desesperación a uno de Luz y de Alegría. Dentro de poco viviremos las maravillas profecías que no fueron reveladas:

“Estuviste abandonada, aborrecida, sin un transeúnte, pero te haré el orgullo de los siglos, la delicia de todas las edades.

No sé oirá más en tu tierra ¡Violencia!, ni dentro de tus fronteras: ¡Ruina, destrucción!…

En tu pueblo todos serán justos y poseerán por siempre la tierra, es el brote que yo he plantado, la obra de mis manos…”
Isaías 60, 15 ss.

 

Pero antes que se cumpla esta realidad llena de Luz se necesita que se haya liberado la última gran lucha descrita en el Apocalipsis, la cual será combatida entre los hijos de la verdad – cuya frente estará marcada con el “sello del Dios viviente”, hecho por el Cordero (Ap. 7,2) este sello corresponde al nombre de Jesús y del Padre (Ap. 14,1) – y los hijos de las tinieblas que se hayan dejado marcar en la mano y en la frente por la bestia (Ap. 13,16)

El último gran duelo entre Dios y satanás, o mejor dicho entre los hombres que han escogido a Satanás, encarnándose de esta forma las fuerzas del bien y del mal determinándose así la propia existencia en base al espíritu que se habrá adquirido.

Creemos que el Apocalipsis se empezó a realizar en 1917.

Estas notas que a continuación se les presentan, podrán ser una prueba de la acción del mal que la bestia está llevando adelante por medio de los hombres que hayan permitido ser ya “marcados en la mano y en la frente” convirtiéndose así en esclavos suyos y dóciles instrumentos de muerte.

Ahora más que nunca las cartas se están abriendo de manera cada vez más clara, pero nosotros, drogados por los efectos de los medio de comunicación y de una vida frenética que no nos deja momentos para razonar, no estamos en grado de discernir entre lo que está bien y lo que está mal. Aparecemos distraídos ante las noticias más tristes y traumáticas, acogemos cualquier orden, violencia, sadismo, canibalismo… todo nos resulta “normal”.

Este es el verdadero drama del hombre contemporáneo.

En el intento de ser un poco encendido para quien se siente perdido en esta marea espiritual y moral y no esté en grado de comprender lo que pasa, le presentamos hechos concretos y nota crónica. Detrás de cada uno de estos hechos está la clarísima locura del “principio de la muerte”, del “padre del engaño”, el cual está conduciendo a la humanidad a la fosa de la desesperación.

Estas son solo algunas muestras de lo aquí expuesto, pero consideramos que son suficientes para entrever la acción de Satanás en los hechos en los que nos vemos sumergidos.

En resumen podemos concluir que Satanás tiene el siguiente objetivo: destruir al hombre “imagen y semejanza de Dios” y destruir la familia “imagen de la Santísima Trinidad”. Satanás, no pudiendo acabar con Dios dirige su odio a sus Hijos, para “mortificarlo”, llevándolos a una degradación demoniaca. De esta forma podrá vanagloriarse de haberlos hecho similares a él y de haberlos hecho participes en el destino que les tocará, por haber negado su origen divino.

Esta es la realidad del hombre actual.

Cualquier crítica constructiva de parte de los lectores de esta obra, será bienvenida, pero antes de proceder a elaborar juicios apresurados acerca de la misma, se les invita a meditar atentamente sobre lo que aquí se expone, ya que constituye el resultado de reflexiones hechas a la Luz del Evangelio y de los valores morales fundamentales que sirven de guía a los actos humanos. Nuestro objetico es ayudar a nuestros hermanos a realizar un diagnostico acertado de la realidad que estamos viviendo, para escapar del punto inmóvil de la muerte en el cual estamos atrapados y mostrarles el camino hacia la Libertad y hacia la Luz con la ayuda que nuestra Santa Madre Iglesia ofrece a todos sus hijos por medio de los sacramentos. Contando con la infalibilidad de su Magisterio asistida ésta a su vez por María Madre de Dios y dulcísima Madre nuestra.

El triunfo del Inmaculado Corazón de María, resulta ser la victoria del Amor de Dios Padre, el cual “es más fuerte que el mal, más fuerte que el pecado y más fuerte que la muerte (“Dios in Misericordia” Juan Pablo II) está más cercano de lo que podemos imaginar: es cuestión de algunos años.

Y este es el motivo por el cual Satanás “sabiendo que le queda poco tiempo” (Ap. 12, 13-17) “el diablo bajó contra ustedes rebosando furor pues sabe que le queda poco tiempo, se puso a perseguir a la mujer que había dado a luz al hijo varón, despechado el dragón por causa de la mujer, se marchó a hacer guerra a su descendencia, a los que guardan los mandamientos de Dios y mantienen el testimonio de Jesús”. Aquellos que hayan pasado por la gran tribulación”, “Los que no se dejaron marcar por Satanás y que por el contrario lleven escrito en la frente el nombre del Padre”.

Estos fueron lo que no se pervirtieron, son vírgenes y fueron Luz que siguieron al “Cordero”
Ap. 14,4

 

Si no nos aferramos a Jesús y al Padre, permitiéndoles a ellos marcarnos con su sello real, el cual nos hace hijos de la Luz, hijos libres; seremos absorbidos por la bestia, la cual nos podrá el suyo, volviéndonos esclavos del odio y de las tinieblas.

¿Cómo podría suceder esto? Aturdiéndonos con tantos dioses y arrastrándonos a un ritmo vertiginoso en su abismo, hasta que lleguemos a decir: “Ya no soy yo, es Satanás quien vive en mi”.

En esta situación el hombre, ya no será más un hombre, sino un diablo que expresará su propia realidad con violencia y muerte, rechazando a Dios Padre para volverse esclavo de Satanás, príncipe de la muerte.

Es este nuestro propósito: someter a su juicio algunos hechos que se están dando e invitarlos posteriormente a responder a esta pregunta:
“¿Puede ser el hombre capaz de cometer semejantes cosas?”

 

El hombre “animal racional”

Al hombre se le define como “animal racional” que se distingue de los demás por el uso de la razón.

Pero el hombre no ha adquirido dicha habilidad por medio de la “evolución espontanea” sino por medio del alma, la chispa que el Padre Dios y Creador le ha donado. Le permite además desarrollar todas sus facultades posicionándolo como centro y rey de la creación (Gen. 1,28) hermano de los Ángeles (Ap. 2,10) consecuentemente es una criatura no solamente destinada a la tierra sino al Cielo, en una dimensión divina e inmortal.

Cuando voluntariamente el hombre apaga la Luz de su alma, entra en un estado de total aridez espiritual que lo degrada finalmente haciéndolo descender del nivel de la bestia al de demonio: volviéndose encarnación del mal e instrumento irracional de muerte.

Según sea su elección: Dios-Amor ó Satanás-odio, las acciones del hombre serán fruto de Vida o de muerte. Quien se deja envolver por Satanás-odio, se abalanza contra el hombre al que no ve ya más como hermano, sino como un peligroso adversario del cual tiene que librarse; es el mismo satanás quien se abalanza sobre el hombre sirviéndose de los hombres a los cuales ha transformado en esclavos. (Ap.13)

 

El hombre “Cautivo”

Por siglos Satanás ha tratado de convencernos de que otros hombres son la cusa de nuestros males, y por consecuencia, enfrentándolos a unos contra otros: blancos contra negros, norteños contra sureños, cristianos contra mahometanos etc.

En el siglo XX tales convicciones tomaron dimensiones globales en los grandes bloques que apoyaban a EUA y a Rusia, los cuales tuvieron dividido al mundo por décadas: en capitalismo y comunismo, liberalismo y socialismo, derecha e izquierda, democracia y totalitarismo. ¿Cuál de los dos sistemas era el justo? Ninguno de los dos.

De hecho, la revolución rusa había sido financiada precisamente por los EU y entonces el balance no podía cuadrar tan fácilmente. La realidad era que la sed de poder en Rusia y la sed de poder económico en Estados Unidas eran las dos caras de la misma moneda: representan el hierro y el baro que forman la estructura de la gran estatua “la cabeza de oro” descrita por el profeta Daniel (Dn. 2,31) la más completa y perfecta representación de Satanás en la historia de la humanidad, que se fracturará y caerá golpeada por la piedrecilla blanca que es María.

En el este enseñaban que todos los males provenían del occidente capitalista y al revés en el oeste. Parecía inevitable una III guerra mundial para que finalmente venciera “el bueno” y fuera eliminado “el malo”. Por lo tanto, “el otro” se olvidaba de lo que Jesús nos dice en su Evangelio: “Solo Dios es bueno” (Lucas 18,19)
“¿Eran malos los rusos?” Ahora como el comunismo se derrumbo oficialmente y que “la cortina de hierro” se vino abajo, no por si misma sino por María y por el martirio de millones de creyente los cuales dieron testimonio de su fe con invaluable heroísmo. Buena parte de mal debe de haberse erradicado de la faz de la tierra. Constatamos por el contrario que se manifiesta de manera cada vez más cruel en “el fango” que desde el occidente, en especial desde los Estados Unidos se está esparciendo hacia el mundo.

“¿Malos los estadounidenses?” no, serán mejor descritos como “cautivos” aquellos hombres que han abandonado a Dios y a sus leyes y se volvieron “prisioneros” (este es el significado real de la palabra italiana “cattivo”, malo, que deriva del latin “captivus”, cautivo) de satanás, y por consecuencia rechazaron a su propia conciencia y a su propia razón optando por lo absurdo. Porque al comportamiento del hombre de hoy se le puede calificar así. Más adelante presentaremos pequeñas muestras de este caso.

 

Las dos bestias

Actualmente estamos sufriendo un fuerte proceso de eliminación de lo sacro, y la gran lucha que se le hace a Dios en el hombre se lleva adelante desde todos los confines de la tierra en mil y una formas que van desde la despiadada persecución (como sucedió en la URSS) a la técnica subliminal mas disimulada, astuta y por ello la más peligrosa (como está sucediendo en EUA, Europa y en gran parte del resto del mundo).

La técnica violenta viene siendo usada por la primera “bestia, el dragón rojo”. Es una lucha contra Dios y contra los valores del Espíritu llevada por los regímenes totalitarios del este que están bajo el comunismo.

“Entonces vi una fiera que salía del mar, tenía diez cuernos y siete cabezas, llevaba en los cuernos diez diademas y en las cabezas un titulo blasfemo” (Ap. 13,1)

La técnica es sutil pero peligrosa, precisamente porque no resulta ser perceptible en un primer momento, la lleva a cabo la segunda bestia y el “falso cordero”. Esta lucha contra Dios la tiende el materialismo practicado en los regímenes “democráticos” de occidente.

“Vi después otra fiera que salía de la tierra; tenía dos cuernos de cordero, pero hablaba como un dragón” (Ap. 13,11)

El resultado es el mismo, pero con la diferencia, en la URSS, dejó millones de mártires; y en la segunda, en occidente, deja millones de hombres que pierden su propia dignidad de hijos de Dios para convertirse en esclavos de satanás.

“A todos, grandes y pequeños, ricos y pobres, esclavos y libres hizo que los marcaran en la mano derecha o en la frente para impedir comprar y vender al que no lleva la marca” (Ap.15,16)

Nosotros, en nuestro tiempo estamos bajo la acción engañosa de la segunda fiera y su caballo de batalla son los medio de comunicación sometidos casi en su totalidad por el infierno: teniendo como objetivo principal el desorientar al hombre en el aspecto moral, mental, y espiritual, para que posteriormente su “dueño” pueda maniobrarlos a placer después de haberlos marcado en la frente y en la mano”.

Los medios de comunicación pertenecen a la categoría de “falso cordero” que resumen toda la “intellighentia” del cuerpo místico de Satanás. Tal “intellighentia” está constituida por los llamados “intelectuales” los cuales han sustituido la “cultura religiosa” con la “cultura laica”. Han sido ellos los pioneros, que desde la revolución francesa hasta hoy han hecho reinar a su “dueño” en todos los aspectos sociales: escuela, gobierno, ejército, finanzas, arte, comercio, profesionistas, deportes, etc.

Su objetivo principal es aquel de combatir a la Iglesia Católica, que encarna totalmente a la Verdad por medio de Jesús y es a través de Él que Dios ha fincado las bases de su Reino sobre la tierra. Satanás se convirtió en “príncipe de este mundo” después de hacer bajar de su trono y hacer esclavo al hombre- podría solo así, reconquistar el predominio que Jesús Hijo de Dios le arrancará y esto solo lo puede lograr destruyendo a la Iglesia católica.

Jesucristo venció a Satanás siendo hombre, haciéndose “hijo del hombre” y estableciendo en cada hombre su templo. Resulta entendible el porqué Satanás combata esta última batalla tratando de degradar al hombre quitándole la Gracia divina hasta convertirlo primeramente en bestia y posteriormente en un demonio.

Se trata de una lucha que se manifiesta en una serie de comportamientos más allá de las normas perceptibles sólo para aquellos que poseen todavía un poco de Luz del Espíritu y por lo cual todavía tienen la capacidad de razonar.
En resumen es una lucha contra la Iglesia Católica, representada por todos los hijos de Dios, en la cual Jesús está vivo y sigue combatiendo y la “sinagoga de Satanás, conocida como Masonería, que está conformada por muchos hombres que, muchas veces inconscientemente han permitido ser marcados por la bestia hambrientos de poder, de dinero y de placer.

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