Las tentaciones que nos desalientan  para adorar a Dios. Lc 4, 1-13.

Las tentaciones que nos desalientan para adorar a Dios. Lc 4, 1-13.

Las tentaciones que nos desalientan para adorar a Dios. Lc 4, 1-13.

*Comentario al evangelio.

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En este domingo, la asamblea eucarística está de fiesta, es el primer domingo de cuaresma y en la celebración de la palabra el Evangelio según San Lucas nos refiere el comienzo de esos 40 días en donde Jesús los inaugura junto con nosotros. Para el comentario del texto empezamos citándolo todo en su contenido y posteriormente se harán los comentarios más convenientes:

Lc 4:1 Jesús, lleno de Espíritu Santo, se volvió del Jordán y era conducido por el Espíritu en el desierto,
Lc 4:2 durante cuarenta días, tentado por el diablo. No comió nada en aquellos días y, al cabo de ellos, sintió hambre.
Lc 4:3 Entonces el diablo le dijo: “Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan.”
Lc 4:4 Jesús le respondió: “Está escrito: No sólo de pan vive el hombre.”
Lc 4:5 Llevándole luego a una altura le mostró en un instante todos los reinos de la tierra
Lc 4:6 y le dijo el diablo: “Te daré todo el poder y la gloria de estos reinos, porque me la han entregado a mí y yo se la doy a quien quiero.
Lc 4:7 Si, pues, me adoras, toda será tuya.”
Lc 4:8 Jesús le respondió: “Está escrito: Adorarás al Señor tu Dios y sólo a él darás culto.”
Lc 4:9 Le llevó después a Jerusalén, le puso sobre el alero del Templo y le dijo: “Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo;
Lc 4:10 porque está escrito: A sus ángeles te encomendará para que te guarden.
Lc 4:11 Y: En sus manos te llevarán para que no tropiece tu pie en piedra alguna.”
Lc 4:12 Jesús le respondió: “Está dicho: No tentarás al Señor tu Dios.”
Lc 4:13 Acabada toda tentación, el diablo se alejó de él hasta el tiempo propicio.

Los católicos empezamos con un gran signo como lo es la ceniza, para iniciar con la preparación ardua del espíritu de 40 días llamada cuaresma, en la cual, se trata de donarse lo más disponible a Dios para recibir la salvación y ser transformados en Jesús, por lo que serán semanas de ayuno, oración, sacrificio, limosna, reconciliación, confesiones y más elementos distintivos del tiempo penitencial.

Jesús inicia con nosotros la cuaresma.

La proclamación del evangelio según San Lucas nos refiere el momento en que Jesús después de experimentar esa llenura del Espíritu santo tras su bautismo, inicia Jesús con los fieles los 40 días internándose en el desierto: Lc 4:1 Jesús, lleno de Espíritu Santo, se volvió del Jordán y era conducido por el Espíritu en el desierto. En estos cuarenta días los fieles hacen el intento de abstenciones, de ayunos, mortificaciones que ejerciten el dominio del espíritu sobre la carne, la tentación será difícil conforme avancen los días y el debilitamiento del cuerpo será el mejor momento para que aparezca el tentador, cuando se es más vulnerable.

Hay muchos fieles que han relativizado, toda la cuestión penitencial, introduciendo conceptos erróneos o justificables para no estar en los 40 días como ese luchador y más bien se libran abiertamente de los requisitos básicos penitenciales, quizá se pueda preguntar: ¿y esto a quien le importaría?, importa mucho porque esta acción de liberación es un efecto de que se ha caído en la tentación, que el diablo adormeció la conciencia, imagine: llevo 5 semanas que no voy ni siquiera a misa, por lo que usted quiera, ponerme la ceniza ¿sería gesto de empezar de nuevo algo que yo rompí?, sí, porque este tiempo no es meramente representativo, es un tiempo especial donde el derroche del amor de Dios se da sin medida y el intento de empezar con por lo menos de ir a misa Dios lo puede tomar como una buena iniciativa dando continuidad.

La razón de esa preparación de 40 días en fiel es muy simple prepara su alma para vivir un acontecimiento único, porque la salvación es única y está en tela de criterio.

El diablo y Jesús, ¿fieles incluidos?

Aunque hoy muchos niegan la presencia del diablo, el diablo en el cristianismo es la “raíz” de todo mal, San Pedro dice que anda como león rugiente, Jesús lo alerta como el gran mentiroso padre de la mentira, con este embaucador el hombre tiene sus luchas eternas, su diversidad de técnicas para hacer caer son diversas y busca el momento adecuado para hacer su aparición: Lc 4:2 durante cuarenta días, tentado por el diablo. No comió nada en aquellos días y, al cabo de ellos, sintió hambre. Tal vez podríamos entender las palabras de San Pablo donde nos dice que cuando es más débil ahora es más fuerte y Jesús parece confirmar, cuando el hambre empieza a causar su efecto más significativo el diablo aparece.

Triple tentación: poder, riqueza e inmortalidad.

Los padecimientos que azotan a la humanidad no han cambiado, el hombre actual quiere poder, la capacidad de modificar las cosas de girar el destino, “poder” como fuente del hacer lo que él quiere pero con magia, misterio; imagine que sí desea que una chica caiga rendido a sus pies basta decir algo y listo, ponerse un perfume y traer a todas las chicas detrás de usted, manejar un carro de tal marca como el poder de envidiarle etc.

“Poder”.

Así sucedió con Jesús la primera tentación llego en el momento de falta de alimento y el diablo le pone en dos situaciones tentadoras: Lc 4:3 Entonces el diablo le dijo: “Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan.” (1) Unos autores dicen que aquí el diablo ya sabe que Jesús es el mesías autentico, el gran profeta, pero que no sabía que era el hijo de Dios y la tentación: “Sí eres hijo de Dios” parece salir de lo que se dice él, aunque aquí todavía no empieza su ministerio o quizá como otro afirma que “según lo cita la escritura”, (2) unos afirman que el diablo ya sabe que es el hijo de Dios que ha venido personalmente a dar la salvación y la tentación es que quiere comprobar el diablo sí verdaderamente lo es.

Salomón fue el más sabio según lo menciona la escritura, pero cayó en la tentación no solo de tener mujeres sino de dar el culto a sus dioses de ellas, tuvo tanto poder que fue incapaz de compartirlo con el pueblo pero sus ministros, sus banquetes eran magníficos así lo testificó la reina de Sabá, quién no quisiera convertir la tierra en dinero, el poder de controlar muchedumbres; a Jesús lo tinta por el hambre pero su primera fortaleza de Jesús es de presentir de lo básico: Lc 4:4 Jesús le respondió: “Está escrito: No sólo de pan vive el hombre.” Su hermano sinóptico Mateo le agrega de “toda palabra que sale de la boca de Dios”, en realidad ¿qué puede haber más importante que el alimento que al no ingerirlo puede morir?, ¡la palabra de Dios!, que sí no llega a nuestra vida morimos espiritualmente y seriamos como se dice hoy “zombis” y da risa cuando escuchamos que primero es comer que ser cristiano, para quién es débil sí lo espero para un cristiano maduro, primero es cristiano y luego come.

Riqueza.

El diablo había empezado, era el calentamiento y ahora gira hacía la debilidad del siglo XXI, la riqueza, dicen que el dinero lo puede todo y no iba a dejar pasar la oportunidad de al seguir hambriento el dinero lo pudiera lograr todo y un buen manjar fácil de alcanzar, ¿y qué tal que no fuera el hijo de Dios?, por esa razón no convirtió las piedras en comida, seguro que es el mesías pero tal vez no el hijo de Dios. Son tantos los acercamientos que se pueden hacer sobre la sagrada escritura que muchos pueden resultar inaceptables: Lc 4:6 y le dijo el diablo: “Te daré todo el poder y la gloria de estos reinos, porque me la han entregado a mí y yo se la doy a quien quiero. ¿El diablo es el dueño de los reinos?, suena ingenuo, pero el detalle aquí es la “adoración”, solo a Dios se le adora, quien merece la gloria, los ofrecimientos de todo el día por agradecimiento de su amor inmenso, se diría así, pero el diablo va en serio, quiere desviar la misión del mesías, y quiere confundir “sí es” al hijo de Dios, no hay buena intención; los reyes luchan por los reinos y a este se le iban a dar solo con adorarle; ¿qué piensa usted sobre la venta del alma al diablo, existirá?, ¿los pactos con el diablo por dinero?, ¿por querer a alcanzar algo o tener algo?; millones de gentes mueren tratando de acumular riquezas e incluso unos la reúnen pero no la gozan por el miedo de acabársela que la muerte los sorprende y el dinero… ¡bien gracias!

Jesús fortalecido contesta lo imaginable porque se conoce el desenlace pero para quien lo oyera por primera vez ¿Qué iba a decidir?: Lc 4:8 Jesús le respondió: “Está escrito: Adorarás al Señor tu Dios y sólo a él darás culto.” Las tentaciones buscan desanimar a los fieles y que se deje de adorar a Dios y adorar a él.

Inmortalidad.

El miedo a la vejez, a morir, late en una sociedad que tiende adorar al hombre y la inmortalidad buscada afanosamente para preservarse siempre joven y perene, todo esto parece una gran tentación cuando leemos: “si beben veneno no morirán” Mc 16,. El diablo interpreta las escrituras y las desvía: Lc 4:9 Le llevó después a Jerusalén, le puso sobre el alero del Templo y le dijo: “Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo; Lc 4:10 porque está escrito: A sus ángeles te encomendará para que te guarden. Lc 4:11 Y: En sus manos te llevarán para que no tropiece tu pie en piedra alguna.” Una realidad que afrontamos, cae nuestro hijo y se raspa, se golpea y sangra. Invocamos al ángel de la guarda para que suceda nada, pero aquí… la misma palabra de Dios avala el cuidado esmerado del Padre y Jesús exegeta culmina con énfasis e excelente aplicación de la palabra: Lc 4:12 Jesús le respondió: “Está dicho: No tentarás al Señor tu Dios.”

Un diablo paciente.

Sabemos por experiencia propia que no fueron solamente 3 tentaciones pues diariamente el hombre tiene una infinidad: tomar el dinero que le dio demás la cajera, deleitarse con unas piernas largas de mujer, comer hasta saciarse, comprarse el vestido más caro aunque no de lo necesario a la casa, desearle el mal a alguien porque la va bien, golpear a alguien para sacar su frustración, no ir a trabajar por estar “crudo” etc.; de igual modo, el diablo se retira buscando un favorable momento, hoy no pudo ser: Lc 4:13 Acabada toda tentación, el diablo se alejó de él hasta el tiempo propicio. Un santo sacerdote nos dijo que aunque el ayuno parece que no tiene efecto y solo aparenta debilitar al cuerpo, el ayuno es el mejor guía fisiculturista y eso fue lo que sucedió con Jesús que podemos resumir: Si en las “tentaciones” lo vence, en la cruz fue acabado el diablo, Jesús se presenta como el Mesías auténtico, profético no lo puede evitar el diablo, el triunfo de Jesús es triple sobre Satán lo presenta también como el Mesías vencedor contra Satán, en su lucha contra el reino. Pues “si arrojo a los demonios con el Espíritu de Dios es que ha llegado a vosotros el reino de Dios”.

Conclusión.

Jesús se nos muestra con el poder de Dios, con la riqueza de la salvación y con la inmortalidad de la vida eterna: Así, en Jerusalén triunfa por primera vez sobre Satán, y en Jerusalén, en el Calvario, triunfará definitivamente sobre él. Termina su relación diciendo que el diablo se retiró de él hasta el “tiempo,” temporalmente porque en el huerto de Getsemaní último recursos para hacer desistir a Jesús de la obra salvífica a lo que falló. Las tentaciones son duras y desaniman entregarse a Dios, pero… adorarle a Dios es la meta y no a él.

¿Podremos vencer las tentaciones?, ¿qué esperamos en esta cuaresma?, ¿cómo poder poner en práctica la enseñanza de Jesús?, ¿verdad que las tentaciones desalientan adorar a Dios?, ¿qué hacemos para adorar a Dios?, quizá encontremos respuesta y nos encaminemos a la adoración de Dios sin reservas.

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