San Pío X “La aflicción de Pío X”

San Pío X “La aflicción de Pío X”

San Pío X

“La aflicción de Pío X”

pio-x-santo-y-sabio

Ante el programa de una guerra tan baja y desleal contra la Iglesia, el Papa no podía menos que dejar oír su voz.

 

Por ello, fijando por el momento su atención en las graves consecuencias que arrancaría la destrucción de la enseñanza cristiana en las escuelas, porque “arrancando este fundamento de toda sociedad civil” Francia tendría “innumerables niños educados sin fe ni moral alguna” y daría un nuevo y nada consolador espectáculo al obligar a millares de religiosos, beneméritos de la patria, a huir y desparramarse por todos los ámbitos de su territorio e incluso a buscar asilo en tierras extranjeras en demanda de un techo y un honrado trozo de pan, Pío X, el 18 de marzo de 1904, con el rostro bañado de llanto, expresaba así su dolor ante los cardenales romanos:

“Nos deploramos y reprobamos en alto grado tales rigores esencialmente opuestos al concepto de libertad humana bien entendida, a las leyes fundamentales del país, a los derechos inherentes a la Iglesia católica y a las normas de la misma civilización que prohíbe dañar a los ciudadanos pacíficos, que, dedicándose bajo la garantía de la ley a obras de cristiana educación, jamás faltaron a ninguno de los deberes y cargas impuestas a los demás ciudadanos.”

 

Y su aflicción era tanto más intensa cuanto que sabía que algunos obispos, entre los cuales había tres investidos de la sagrada purpura, veían amenazada su libertad, porque con “respetuosas cartas” habían llamado la atención del Jefe de Estado “acerca de temas que guardaban intima conexión con los más imperiosos deberes de la conciencia y el bien públicos.”

Acerca del autor

Temas relacionados

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.