Discípulos con los pies bien puesto en la tierra Lc 9, 51-56

Discípulos con los pies bien puesto en la tierra Lc 9, 51-56

Discípulos con los pies bien puesto en la tierra Lc 9, 51-56

Comentario al evangelio.


Estamos en un momento muy importante de nuestra educación como cristianos, reunidos como hermanos, Jesús hoy a través del evangelio nos da parámetros a seguir para no perdernos en su camino, cierto es… hay muchos católicos que se están entregando con mayor conciencia a la vida de Iglesia, esto desde luego es de alegrarse y ahí en la celebración eucarística la palabra de nuestro Señor Jesús hace eco en nuestros corazones. Para el comentario citamos el texto y posteriormente se hace el comentario más idóneo:

Lc 9:51 Estando para cumplirse los días de su ascensión, se dirigió resueltamente a Jerusalén,
Lc 9:52 y envió mensajeros delante de sí, que en su camino entraron en una aldea de samaritanos para prepararle albergue.
Lc 9:53 No fueron recibidos, porque iban a Jerusalén.
Lc 9:54 Viéndolo los discípulos, Santiago y Juan dijeron: Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo que los consuma?
Lc 9:55 Volviéndose Jesús, los reprendió,
Lc 9:56 y se fueron a otra aldea.

Para el comentario de este texto lo vamos a dividir en 4 partes para mejor profundización: (1) Jerusalén lugar de cumplimiento; (2) aceptación entre samaritanos; (3) ¿dueños de la Iglesia? Y (4) a otros que abran el corazón.

1.- Jerusalén lugar de cumplimiento.

El evangelio de Jesús hace hincapié de que tiene que padecer mucho en manos de los líderes a punto de morir, Jerusalén es el punto de convergencia, ahí está el templo de Dios, el santo de los santos resguardado por muros y cortinas, Jerusalén es el punto donde los israelitas intentan levantar nuevamente su grandeza como pueblo después del regreso de Babilonia en el siglo V a.C; el mismo diablo pone a Jesús en el pináculo del templo como se profetiza sobre el mesías, los judíos después del nacimiento del judaísmo se radicalizaron en Judea y en la dispersión cerraron su circulo en sus líderes principalmente en sus ideologías como el fariseísmo, el esenismo y la doctrina de escribas y doctos.

Para que sea creíble su mesianismo, Jerusalén sería como quién certifica su validez y a la vez se podría decir que ha llegado la hora de que se cumpla la hora salvífica así que el V 51 toma esa decisión de ir a Jerusalén.

2.- La aceptación entre samaritanos.

Los versículos 52 y 53 tratan un asunto muy importante que va a la aceptación de Jesús, en este caso envía una embajada para buscar alojamiento, sin embargo se niegan los samaritanos a recibirle, no pudieron olvidar su enemistad contra los judíos y aunque los galileos por regularidad pasan Samaría les hacían la vida imposible, a la vez, no debemos olvidar el desprecio de los judíos por muchos pueblos, desde los patriarcas hasta este momento.

Vamos más allá, ¿cuántos hombres en la actualidad no aceptan a Jesús por no entrar en conversión?, mucha gente quiere cambiar, tener otra vida y perspectiva mejor, sin embargo al momento de pagar el precio de tal cambio aunque haya una mejora del 1000% a 1, no lo aceptan, otros sólo de boca lo dicen que lo aceptan, pero al alojarlo para que actúe en sus vidas cierran las puertas del corazón y no sucede nada, así que el versículo es muy actual, mucha gente según está resentida con la Iglesia, el sacerdocio, las exigencias de vida y aunque necesiten mucho de Dios caminan con sus propias luces y justificándose, actúan casi como paganos olvidándose que son bautizados, por tanto, no hay rareza que no haya aceptado a Jesús y podríamos ahondar pero es suficiente.

3.- ¿Dueños de la Iglesia?

La tentación más grande ahora para quienes se han integrado a la Iglesia con mayor conciencia de su fe, es querer ser los dueños de la Iglesia y hasta el mismo depósito de fe, es lo que les a sucedido a los hijos del trueno a Santiago y Juan los hijos de Zebedeo, su indignidad por el según mesianismo les hace expresar: Luc 9:54 Viéndolo los discípulos, Santiago y Juan dijeron: Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo que los consuma?

Su celo mal entendido lleva a soberbia y queriéndo actuar como lo hizo Elías cuando en la misma Samaría hizo que bajara fuego, “achicharrando a los emisarios”, ahora estos quieren quemar a quienes abiertamente se niegan a recibirlo. ¿Saben?, hoy hay muchos laicos que se han adueñado de templos, ministerios, actividades, son los protagonistas, ya Jesús pasa como la excusa, ahora no en el mundo, cumplen sus bajos delirios de grandeza y de piedad.

Jesús hoy nos reprende a todos los que perdemos piso y se nos olda ser servidores, hoy Jesús nos regaña a quienes tomamos la Iglesia para encumbrarnos, para que en nombre de Dios controlemos a hermanos y acciones. Jesús nos pone los pies en la tierra, “sin mi nada podeís”, no se te olvides que eres un punto en el universo, que eres finito, que eres simple mortal que al soplar fuerte el viento tiemblas como niño. Santiago y Juan nos deben de llevar a meditar nuestro papel como católicos.

4.- A otros que abran el corazón.

Aunque se ha difundido mucho la doctrina de la predestinación de la salvación, Jesús nos hace ver otro punto en el horizonte donde tiene unpensamiento muy distinto: porque no aceptan a Jesús, ¿Jesús va a llorar y sufrir?, ja ¡no!, el hombre tiene libre albedrio, vida o muerte, luz o sombra, libertad o cadenas, salvación o condenación, loo aceptas tienes vida eterna, no lo aceptas, simple soledad sin Dios, pero… ¿qué acaso Jesús no tiene la obligación de salvarme y ya me salvo?,. cierto es… Jesús ha venido a salvarnos más no hace a fuerzas que tomes la salvación.

Debe haber un mínimo de decisión que quiera salvarse, no se confunda con vivir a todo lo que da y pensar que al cabo se va a salvar, eso es temerario. Los samaritanos no aceptan a Jesús y quizá vuelvana tener otra oportunidad como narra el libro de los hechos de los apostóles, ¿usted a tenido varias llamadas por Jesús para aceptarlo?, ¿no lo ha pensado?

Conclusiones.

Los católicos no debemos de olvidar que nos debemos al servicio del hermano, Jesús nos invita a tener apertura a quienes no comparten nuestras ideas sin dejar contaminarnos por ideas que vayan contra el reino. Ser personas que aceptamos a quienes no piensan igual no significa aceptar formas de vida que van contra la dignidad del cristianismo. El camino que nos traza Jesús es un camino que necesita que nuestros pies no se despeguen de la tierra, al contrario, no pensar que todo lo podemos y que por andar con Jesús tenemos la libertad de todo. Por último, tenemos que evangelizar, sin embargo habra quién se niegue a aceptar la invitación del Señor, solo el sabe, nosotros vamos a otro lugar donde necesiten a Jesús.

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