Novena a nuestra Señora del Rayo Abogada de los sin trabajo  Segundo Día

Novena a nuestra Señora del Rayo Abogada de los sin trabajo Segundo Día

Novena a nuestra Señora del Rayo

Abogada de los sin trabajo

Segundo Día

Se venera en el templo del Inmaculado Corazón de María

León, Guanajuato

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Acto de  Contrición

Señor mío Jesucristo, Redentor mío amabilísimo y mi Salvador; yo te adoro, te amo, te doy las más rendidas gracias por los innumerables beneficios que has hecho y haces y arrepentido de haber puesto mi amor en las criaturas abandonándote a Ti por ellas, protesto y te doy palabra de no volver a cometer semejante ingratitud. Me pesa, Señor,  una y mil veces haberte atendido; quisiera morir de dolor ya que no puedo hacer otra cosa, te ofrezco las adoraciones, acciones de gracias y afectos amorosos de tu madre María Santísima de tus santos del Cielo y justos de la tierra. ¡OH cuánto dolor me causa el no sentir en mi corazón aquel amor ardiente con que deseo amarte y con qué merecerte tu bondad el ser amando! Haz conmigo, dulcísimo Jesús, la misericordia de darme  un verdadero dolor de mis culpas, un propósito firme de la enmienda y una confianza segura de que tu piedad me ha de perdonar y me ha de llevar a darte las gracias por toda l eternidad. Amén.

Segundo Día

¡Oh Madre amantísima! Cuando Jesucristo irritado con las maldades y ofensas de este pueblo; parece que iba a tomar venganza de ellas cubriendo el cielo de espantosas nubes  que amenazaban con horribles rayos a todos sus ingratos habitantes. Tu tierna, compasiva, y bienhechora, te interpones entre Dios y los hombres, ruegas, alegas tu favor, suplicas por los que habían de ser amartelados hijos tuyos, y sirviendo tu imagen sacrosanta como de un escudo impenetrable, defiendes de la indignación divina al desgraciado pecador que la había provocado con sus culpas; justo era Madre mía, que desde  entonces te miráramos  como el único blanco de su amor y reconocimiento cuantos no habían tenido la felicidad de corresponder a los primeros beneficios. Por tan señalado  favor te suplicamos Señora que continuando  los oficios tiernos de madre cariñosa, nos alcances para gloria tuya, y honra de Dios y bien de nuestras almas.

Amén.

 

Ave María… (3)

Oración

Madre mía dulcísima del Rayo, aquí tienes a uno de tus hijos, a quien miras con un cariño especial ¿con qué corresponder a tus finezas, hermosísima Señora?

No sé, no puedo decirte más sino que confieso por tu poderoso patrocinio, me he visto de innumerables peligros de alma y cuerpo; por eso con filial amor vengo  a darte gracias con estos cultos, y a suplicarte continué favoreciendo con tu patrocinio a todos tus hijos. Si, Señora, eres mi madre; por eso vengo a ti para que me alcances de tu Hijo Santísimo el remedio de todas mis necesidades. Tú ya las conoces porque eres la madre de la Sabiduría y por lo mismo solo te pido dirijas a tu hijo una mirada de compasión, una de esas miradas poderosas para sanar las enfermedades, para contener los rayos, para fertilizar los campos, para establecer la paz, para exterminar los odios, para tener una muerte tranquila, y gozar en la gloria de su compañía por los siglos de los siglos.

Amén.

 

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