Novena a nuestra Señora del Rayo Abogada de los sin trabajo…

Novena a nuestra Señora del Rayo Abogada de los sin trabajo…

Novena a nuestra Señora del Rayo

Abogada de los sin trabajo

Se venera en el templo del Inmaculado Corazón de María

León, Guanajuato

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Acto de  Contrición

Señor mío Jesucristo, Redentor mío amabilísimo y mi Salvador; yo te adoro, te amo, te doy las más rendidas gracias por los innumerables beneficios que has hecho y haces y arrepentido de haber puesto mi amor en las criaturas abandonándote a Ti por ellas, protesto y te doy palabra de no volver a cometer semejante ingratitud. Me pesa, Señor,  una y mil veces haberte atendido; quisiera morir de dolor ya que no puedo hacer otra cosa, te ofrezco las adoraciones, acciones de gracias y afectos amorosos de tu madre María Santísima de tus santos del Cielo y justos de la tierra. ¡OH cuánto dolor me causa el no sentir en mi corazón aquel amor ardiente con que deseo amarte y con qué merecerte tu bondad el ser amando! Haz conmigo, dulcísimo Jesús, la misericordia de darme  un verdadero dolor de mis culpas, un propósito firme de la enmienda y una confianza segura de que tu piedad me ha de perdonar y me ha de llevar a darte las gracias por toda l eternidad. Amén.

Día Primero

¡Oh Señora, la más digna del amor y respeto de los hombres! Llegó el día feliz determinado en las decretaos del Altísimo para que por medio de un prodigio comenzaras a recibir de estos ingratos hijos tuyos los humildes homenajes que te habían negado ¡Cuánto tiempo nos fue desconocida esta imagen hermosísima! Yo adoro los ocultos secretos de la Providencia me avergüenzo al recordar los desprecios y abandono con que fue tratada la belleza de tu simulacro; mas en ellos mismos veo tu generosa protección. Soberana bienhechora de los hombres y deseando manifestarte en todas mis acciones cuánto te amo, recurro a Ti animado de los beneficios con que siempre me has favorecido.

 

Tu liberalidad alegro; alcanzarme lo que te pido, para que siendo hijo amante tuyo en esta vida; sea tu pequeño compañero en la otra.

Amén

Ave María… (3)

Oración

Madre mía dulcísima del Rayo, aquí tienes a uno de tus hijos, a quien miras con un cariño especial ¿con qué corresponder a tus finezas, hermosísima Señora?

No sé, no puedo decirte más sino que confieso por tu poderoso patrocinio, me he visto de innumerables peligros de alma y cuerpo; por eso con filial amor vengo  a darte gracias con estos cultos, y a suplicarte continué favoreciendo con tu patrocinio a todos tus hijos. Si, Señora, eres mi madre; por eso vengo a ti para que me alcances de tu Hijo Santísimo el remedio de todas mis necesidades. Tú ya las conoces porque eres la madre de la Sabiduría y por lo mismo solo te pido dirijas a tu hijo una mirada de compasión, una de esas miradas poderosas para sanar las enfermedades, para contener los rayos, para fertilizar los campos, para establecer la paz, para exterminar los odios, para tener una muerte tranquila, y gozar en la gloria de su compañía por los siglos de los siglos.

Amén.

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