Palabra de Dios 20 de Dic. del 2025. Sabado FERIA MAYOR DE ADVIENTO.
“O Clavis David” * “Oh Llave de David”.
Evangelio del dia.
¡Oh llave de David y cetro de la casa de Israel,
que abres y nadie puede cerrar, cierras y nadie
puede abrir, ven y libra a los cautivos que viven en
tinieblas y en sombras de muerte!
PRIMERA LECTURA.
Del libro del profeta Isaías ( 7, 10-14 )
En aquellos tiempos, el Señor le habló a Ajaz diciendo: “Pide al
Señor, tu Dios, una señal de abajo, en lo profundo o de arriba, en lo
alto”. Contestó Ajaz: “No la pediré. No tentaré al Señor”.
Entonces dijo Isaías: “Oye, pues, casa de David: ¿No satisfechos
con cansar a los hombres, quieren cansar también a mi Dios? Pues
bien, el Señor mismo les dará por eso una señal: He aquí que la
virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrán el nombre de
Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros”.
Palabra de Dios.
SALMO.
Salmo ( 23 )
R. Ya llega el Señor, el rey de la gloria.
Del Señor es la tierra y lo que ella tiene, el orbe todo y los que en
él habitan, pues él lo edificó sobre los mares, él fue quien lo asentó
sobre los ríos.
R.
¿Quién subirá hasta el monte del Señor? ¿Quién podrá entrar
en su recinto santo? El de corazón limpio y manos puras y que no
jura en falso.
R.
Ese obtendrá la bendición de Dios y Dios, su salvador, le hará
justicia. Esta es la clase de hombres que te buscan y vienen ante ti,
Dios de Jacob.
R.
EVANGELIO.
Evangelio según san Lucas ( 1, 26-38 )
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una
ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada
con un varón de la estirpe de David, llamado José. La virgen se
llamaba María.
Entró el ángel a donde ella estaba y le dijo: “Alégrate, llena de
gracia, el Señor está contigo”. Al oír estas palabras, ella se preocupó
mucho y se preguntaba qué querría decir semejante saludo.
El ángel le dijo: “No temas, María, porque has hallado gracia ante
Dios. Vas a concebir y a dar a luz un hijo y le pondrás por nombre
Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo; el Señor
Dios le dará el trono de David, su padre, y él reinará sobre la casa
de Jacob por los siglos y su reinado no tendrá fin”.
María le dijo entonces al ángel: “¿Cómo podrá ser esto, puesto
que yo permanezco virgen?” El ángel le contestó: “El Espíritu Santo
descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra.
Por eso, el Santo, que va a nacer de ti, será llamado Hijo de Dios.
Ahí tienes a tu parienta Isabel, que a pesar de su vejez, ha concebido
un hijo y ya va en el sexto mes la que llamaban estéril, porque no
hay nada imposible para Dios”. María contestó: “Yo soy la esclava
del Señor; cúmplase en mí lo que me has dicho”. Y el ángel se retiró
de su presencia.
Palabra del Señor.
REFLEXIÓN: No es la intención primordial del
evangelista san Lucas la de transmitirnos aquí una
crónica rigurosa y detallada, sino una “historia de
salvación”, leída desde la experiencia pascual de la
comunidad apostólica. El «sí» de María fue su opción
radical, su compromiso personal y total con el Señor.
Aceptó el plan salvador de Dios sin reserva alguna y en
medio del claroscuro de la fe. El paso de los años y de
los acontecimientos le irá aclarando lo que realmente
será voluntad de Dios, pero su decisión primera –su
«hágase» decidido y generoso– fue, desde siempre,
algo irrevocable.