La Civilización de la Muerte Onán en el Comercio

La Civilización de la Muerte Onán en el Comercio

La Civilización de la Muerte
Onán en el Comercio

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El comercio es el sector en el cual la baja en la tasa de natalidad se siente de inmediato. El desequilibrio que analizamos en la escuela se encuentra también en la alimentación, en las prendas de vestir para niños, en la industria del juguete, etc.

Gracias a la publicidad a cada niño se le alimenta con alimentos fortificados con súper vitaminas, se le hace casi desaparecer bajo una montaña de prendas de vestir firmadas por famosos diseñadores, se le llena de juguetes sofisticados, pero cuando la natalidad está bajo el cero éstos no resultan ser suficientes.

Aquí la culpa de Onán es más que nunca evidente pero nadie se atreve a reconocerlo.

Para poner solución a tanto desequilibrio se podría dejar nacer algunos niños, pero esto no se puede ni mencionar, entonces ¿Cómo se podría remediar ésta situación para todas estas industrias provocadas ciertamente también por Onán? Diciendo que todo es normal y promoviendo la industria de artículos destinados a los perros y/ o a los gatos.

Onán, los perros y los gatos unidos para el triunfo de Satanás.

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Es preciso dejar claro que no estamos en contra de los animales, porque los queremos a todos sin distinción. Por muchos años fuimos vegetarianos radicales, ni siquiera comíamos la pasta con anchoas, por los motivos bíblicos que evidenciamos en el primer volumen de “Dios es mi Padre *(1)” pero tuvimos que renunciar a nuestros “sueños ecológicos” por causa de nuestros viajes donde se ofrecía solo carne con grasa, pero nos proponemos volver a “toda hierba que produzca semilla y que brote de la tierra “y” a cada fruta del árbol que produzca semillas” (Gen 1,29) a penas podremos hacerlo.

No consideramos justo matar a los animales si podemos alimentarnos distintamente… aunque esto se le permitió al hombre después del diluvio universal (Gen 9,3) por los motivos que hemos citado.

Esto lo declaramos para hacer palpable a los protectores de animales que no tenemos nada en contra de estos seres sino contra el malicioso (sería mejor decir diabólico) uso que de ellos se hace para destruir la real y divina dignidad del hombre, como explicaremos más adelante.

El Remedio al instante.

Habrán notado la enorme campaña a nivel nacional, realizada a través de la televisión en pro de los gatos y los perros, pero también a través de la prensa, de la radio y de enormes espectaculares, posters, postales, camisetas y de pins.

Ya nos referimos antes a tales campañas llevadas a cabo con la técnica más refinada y maliciosa, ¡que cuestan cientos de millones! ¿Quiénes las financian? Y ¿Cuál es el propósito?

Las financian las grandes organizaciones internacionales que promueven la campaña anti demográfica del mundo. El objetivo es “analizar al hombre” y “humanizar a la bestia”, para dejarnos sin hijos, sin dinero, sin la dignidad humana y divina y tantas otras cosas de las que hablaremos.

¿Qué son estas organizaciones?
Son las grandes estructuras económicas, que funcionando como madre protectora (del Dios dinero) son usadas por su dios- para introducir el reino de Satanás en el mundo. Su objetivo es el de forzar al hombre, con la fuerza del dinero que ellos mueven, de renegar de Dios como Padre y darle su lugar a Satanás. Y naturalmente a “exprimirnos” en el aspecto económico, tratando al hombre como “tonto-útil” es una de las formas que el maligno utiliza para quitarle al hombre su estirpe real y divina.

Podríamos definir a éstas organizaciones como la clase sacerdotal de la “sinagoga de Satanás, de la que se habla en el Apocalipsis, constituida por aquellos que se proclaman judíos y no lo son (Ap 2,9): es la masonería internacional cuyo propósito es llegar a tener el poder del mundo primero en el aspecto económico (que ya lograron) después en el aspecto espiritual, reuniendo a todas las religiones bajo su protección.

La masonería atrás de la aparente y tolerante indiferencia religiosa, es en realidad la Iglesia de Satanás que se identifica en el “grande oriente”.

En el vértice de la espiritualidad masónica está el anti-Dios, el gran adversario, “la bestia” que quiere erigirse su trono espiritual en el mundo, destronizando a Jesús-Dios. Su eterno adversario y a Su verdadera Iglesia.

También el alcanzar éste segundo objetivo está en un nivel, gracias a tantos movimientos “espirituales” (satánicos) etiquetados como “New Age” en vista del ensamblaje de todas las religiones en el gran templo en construcción en los Estados unidos: “Todos unidos por el triunfo de Satanás, ¡Todo para que él sea adorado!”

La “sinagoga de Satanás”, tratando de conseguir su segundo objetivo (que resulta ser el más importante) debe primeramente controlar los nacimientos a nivel mundial, por dos motivos que hemos ya mencionado:

1) Cada niño que nace es una luz divina que viniendo al mundo, detiene las fuerzas satánicas. Las tinieblas odian la Luz y por lo tanto luchan para extinguirla.

2) Si nacen demasiados seres humanos, la bestia tiene más problemas para tenerlos bajo control, por lo cual, si no logra eliminarlos antes de nacer, hace lo posible para eliminarlos espiritualmente, después de nacer, para convertirlos así en sus esclavos y por consecuencia en sus adoradores.

Por tal motivo, satanás pone todo su empeño en frenar el mayor número de nacimientos, y en corromper el mayor número de valores que sostienen al hombre y a la sociedad.

Repetimos que por más raro que parezca a primera vista el primer “caballo de Troya” que la bestia utiliza, son precisamente nuestros “amigos” animales, con los cuales desea que establezcamos una relación cada vez más estrecha, y olvidarnos de los hijos.

 

*(1) Dios É mio Padre, del Pbro. Andrea D´Ascanio. Edición: Los nidos de Oración.

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