El instituto “Pablo de Tarso” extensión en  la Parroquia María madre de la Iglesia, invita a su curso de Teologías del nuevo testamento. Impartido por Pedro Peredo Fernández

El instituto “Pablo de Tarso” extensión en la Parroquia María madre de la Iglesia, invita a su curso de Teologías del nuevo testamento. Impartido por Pedro Peredo Fernández

El instituto “Pablo de Tarso” extensión en la Parroquia María madre de la Iglesia, invita a su curso de Teologías del nuevo testamento. Impartido por Pedro Peredo Fernández

El instituto Pablo de Tarso, en extensión en la parroquia María madre de la Iglesia, invita a su curso de especialización: “Teologías del nuevo testamento periodo septiembre 2011 a junio del 2012 en los salones de la Parroquia María Madre de la Iglesia Tel. (477) 774-29-52, col. Valle Verde
León, Gto. Curso que va a ser impartido por Pedro Peredo Fernández los días martes de 7.30 a 9.30.

P R O G R A M A

I.- LOS EVANGELIOS SINOPTICOS
i.- Juan el Bautista
ii.- El Reino de Dios
iii.- El Mesías
iv.- El Hijo del Hombre
v.- El Hijo de Dios

II.- EL CUARTO EVANGELIO
i.- El Dualismo Juanino
ii.- Cristología
iii.- La Vida Eterna

III.- LA IGLESIA PRIMITIVA
i.- La Resurrección de Jesús
ii.- El Kerigma Apostólico

IV.- LAS CARTAS DE SAN PABLO
i.- La Persona de Cristo
ii.- La Obra de Cristo:
a) Expiación
b) Justificación
c) Reconciliación
iii.- La Vida Nueva en Cristo
iv.- La Ley
v.- La Iglesia
vi.- Escatología

V.- EPISTOLA A LOS HEBREOS
i.- Supremacía de Cristo
ii.- Sumo Sacerdocio de Cristo

VI.- LAS CARTAS DE JUAN
Todos invitados a este curso que pocas veces se dan.
Y vosotros ¿quién decís que soy yo? (Mc 8, 27).

Hace dos mil años un hombre formuló esta pregunta a un grupo de amigos. Y
la historia no ha terminado aún de responderla. El que preguntaba era
simplemente un aldeano que hablaba a un grupo de pescadores. Nada hacía
sospechar que se tratara de alguien importante. Vestía pobremente. El y los
que le rodeaban eran gente sin cultura, sin lo que el mundo llama «cultura».
No poseían títulos ni apoyos. No tenían dinero ni posibilidades de adquirirlo. No
contaban con armas ni con poder alguno. Eran todos ellos jóvenes, poco más
que unos muchachos, y uno precisamente el que hacía la pregunta, moriría
antes de dos años con la más violenta de las muertes.

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