La Guardia de Honor (Hora de Presencia) del Corazón de Jesús, nació espiritualmente sobre el monte Calvario, al pie de la Cruz, en presencia de la Virgen María, San Juan y María Magdalena.
Ahí, bajo el Corazón de Cristo traspasado por la lanza del soldado, mientras Jesús vuelve al padre y atrae todo hacia Él, la Virgen María, Juan y María Magdalena forman la primera Guardia de Honor; están ahí ofreciendo, amando, sufriendo en unión con Jesús, y contemplando su Corazón traspasado de donde brotan sangre y agua; el bautismo y la Eucaristía que engendran la Iglesia.
La hermana María del sagrado Corazón Bernaud, fuertemente impregnada del mensaje de Jesús a Santa Margarita María Alacoque en Paray le Monial, recibió la inspiración de cómo también nosotros podemos, mediante nuestra presencia amante, asociarnos espiritualmente al sacrificio de Cristo y así perpetuar el ejemplo de la primera Guardia de Honor.
Vivir la hora de Presencia es vivir sencilla y humildemente lo que Jesús pidió a la santa visitandina de Paray: dar amor por amor consolando su Corazón y así reparar por todos los que, inconsciente o conscientemente, ofenden al Amor infinito. Es participar en la gran obra de la Redención.
La santa sede ha aceptado el nombre de “hora de Presencia” y conservar el nombre de “Guardia de Honor” así como su significado.