Amigos del Sagrado Corazón de Jesús Papa San Pío X (1835-1914) Protector de la Hora de Presencia de 7 a 8

Amigos del Sagrado Corazón de Jesús Papa San Pío X (1835-1914) Protector de la Hora de Presencia de 7 a 8

Amigos del Sagrado Corazón de Jesús
Papa San Pío X
(1835-1914)
Protector de la Hora de Presencia de 7 a 8

Papa-San-Pio-X

En un altar a la entrada de la Basílica de San Pedro, en Roma, está sepultado el Papa a quien la primera guerra mundial causó un inmenso dolor. La inscripción de la sencilla lápida dice: “Papa Pío X, pobre y, con todo, rico, de corazón tierno y humilde, defensor invencible de la fe católica, empeñado en renovar todo en Cristo, piadosamente pasó a mejor vida el 20 de agosto de 1914”.

Hubo un tiempo en el que el pequeño “Beppino” Sarto, como se le llamaba, descalzo, caminaba diariamente los cinco kilómetros desde Riese a Castelfranco, donde estaba la escuela, con un pedazo de pan en la bolsa, los zapatos colgados al hombre, ya que los ingresos como cartero y empleado municipal de su papá obligaban a toda la familia a una rigurosa pobreza.

Soportaba con humor todas estas carencias. Fue ordenado sacerdote a los 23 años, y después nombrado Obispo de Mantua y nueve años más tarde Cardenal de Venecia. Para ahorrarse unas cuantas liras, en julio de 1903, llegó al conclave de Roma provisto con su boleto de regreso; jamás había pensado en la posibilidad de que se le eligiera vicario de Cristo.

Como Papa fue un defensor invencible de la fe católica, “empeñado en renovarlo todo en Cristo” en estas palabras se revela la meta de su pontificado, de allí sus avanzadas encíclicas en casi todos los ámbitos de la reforma eclesiástica interna: la nueva creación del Derecho Canónico, la constitución de un instituto Bíblico Pontificio, el mejoramiento del catecismo y del breviario, las prescripciones sobre la educación y la formación científica de los jóvenes clérigos, la simplificación de la curia romana, la preocupación por el canto gregoriano y los clásicos en la música eclesial, el estimulo a los políticos y reformadores sociales católicos, el fomento del trabajo misionero en los distintos continentes. Dio las normas sobre la recepción diaria de la Santa Comunión y de la Primera Comunión de los niños pequeños.

Fue protector de la Guardia de Honor y perteneció a ella, por su gran Devoción al Sagrado Corazón de Jesús.

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