Curso preparación para el sacramento de la confirmación: Tema 13. La eucaristía II

Curso preparación para el sacramento de la confirmación: Tema 13. La eucaristía II

   PREPARACIÓN PARA EL SACRAMENTO DE
                                  LA CONFIRMACIÓN.
                       TEMA DÉCIMO TERCERO: LA EUCARISTÍA (2)  
             EUCARISTÍA: SACRIFICIO DE LA NUEVA ALIANZA.

1 .- ¿Qué entendemos por “sacrificio”?

Por “sacrificio” entendemos el acto más perfecto de la virtud de la religión. Y consiste en el ofrecimiento que se hace a Dios de alguna cosa sensible, quitándola de nuestro uso – destruyéndola o mudándola de alguna manera con ceremonias legítimas – , en reconocimiento del dominio supremo que tiene Dios sobre nosotros y sobre todas las cosas..

2 .- ¿Instituyó Jesucristo la Eucaristía como verdadero sacrificio de una nueva Alianza de Dios con los hombres?

Jesucristo instituyó la Eucaristía como verdadero sacrificio de una Nueva y definitiva Alianza de Dios con los hombres.

3 .- ¿En qué momento instituyó Jesucristo el Santo Sacrificio de la Eucaristía?

Jesucristo instituyó el Santo Sacrificio de la Eucaristía en la Santa Cena, cuando dijo a los Apóstoles: “Tomad y comed: ésto es mi Cuerpo que es entregado por vosotros. Y más tarde, tomando el cáliz, dijo “Bebed de este cáliz todos, porque ésta es mi Sangre que se derrama por vosotros para remisión de los pecados”. Entonces mismo se verificaba el sacrificio incruento, imagen del cruento que se haría en el Gólgota al día siguiente, viernes santo.

4 .- ¿Cuándo dio Jesús a sus Apóstoles el poder y el encargo de celebrar la Sagrada Eucaristía?

Jesucristo dio a sus Apóstoles – y a sus sucesores – el encargo de celebrar la Sagrada Eucaristía cuando les dijo, después de haber consagrado el pan y el vino la noche del Jueves Santo: “Haced esto en memoria mía” (Lucas 22,14). De esta forma, dejó Jesús a su Iglesia un sacrificio visible y verdadero por el que Jesucristo, mediante su inmolación incruenta, repitiera lo que una vez hizo en la cruz, ofreciéndose enteramente al Padre como víctima gratísima (Vaticano II – Lumen gentium, 3)

5 .- Cuando dijo Jesús a sus Apóstoles en la santa Cena “haced esto en memoria mía” ¿quiso decir simplemente en recuerdo de lo que estáis viviendo hoy conmigo, o significaba algo más?

Cuando Jesús dice a sus Apóstoles “haced esto en memoria mía” quiso decir, en memorial; que según la Sagrada Escritura no es sólo el recuerdo de acontecimientos del pasado sino la proclamación de las maravillas que Dios ha realizado a favor de los hombres, como vemos en el Exodo, 13,3.

6 .- ¿Qué sentido tiene, pues, “memorial” en el Nuevo Testamento?

La palabra memorial recibe un sentido nuevo en el Nuevo Testamento. Cuando la Iglesia celebra la Eucaristía, hace memoria de la Pascua de Cristo, y la misma se hace presente: el sacrificio que Cristo ofreció de una vez para siempre en la Cruz, permanece siempre actual.

7 .- ¿Es, por tanto, la Eucaristía el mismo y único sacrificio del Calvario?

El sacrificio de Cristo en el Calvario y el sacrificio de la Eucaristía son el mismo y único sacrificio. En la Eucaristía, Cristo da el mismo Cuerpo que por nosotros entregó en la Cruz, y la misma Sangre que “derramó por muchos para remisión de los pecados”(Mateo 26,28)

8 .- ¿Cómo enseñó el Concilio de Trento esta doctrina contra la herejía protestante?

El Concilio de Trento enseñó: “Es una y la misma víctima, que se ofrece ahora por ministerio de los sacerdotes; que se ofreció a sí misma entonces en la Cruz. Sólo difiere la manera de ofrecer”.

9 . ¿Es, pues, dogma de fe que la Santa Misa, o Eucaristía, es un verdadero sacrificio?

Es dogma de fe que la Santa Misa, o Eucaristía, es un verdadero sacrificio. En ella se representa de un modo incruento el Sacrificio cruento de la Cruz. Y no sólo lo re-presenta sino que lo re-nueva. Es el gran milagro de trasladarnos en el tiempo veinte siglos atrás en cada Misa para situarnos junto a la Cruz del Calvario, donde Jesús ofrece su vida por la Humanidad.

10 .- Si el sacrificio de la Misa es la renovación del Sacrificio de la Cruz, deben tener una identidad de fines. ¿Cuáles son esos fines?

Los fines de la Santa Misa son los mismos que tuvo Jesús en su sacrificio del Calvario. A saber: latreútico o de adoración, eucarístico o de acción de gracias, propiciatorio o de petición de perdón, e impetratorio o de petición de nuevas gracias.

11 .- Latreútico o de adoración.

Siendo la Misa el sacrificio de Jesús, en ella el Hijo tributa en representación de todos los hombres, el mayor acto de adoración que se puede dar.

12 .- Eucarístico o de acción de gracias.

En la Misa, por Jesús, ofrecemos a Dios el agradecimiento por todos los beneficios conocidos o desconocidos que recibimos de la misericordia divina, en especial la inmensa gracia de la redención.

13 .- Propiciatorio o de petición de perdón.

La Santa Misa es el cauce más adecuado para hacer llegar al cielo nuestra necesidad y sincera petición de indulgencia por nuestros pecados.

14 .- Impetratorio o de petición de nuevas gracias.

La experiencia nos hace patente nuestra profunda debilidad para entender y seguir los caminos de Dios, y por eso acudimos confiados a su misericordia, especialmente en el momento en que se ofrece Jesucristo por nosotros.

LA SANTA MISA ES EL MAYOR TESORO QUE POSEE NUESTRA SANTA MADRE IGLESIA

Ejemplos para ilustrar este tema

(Ampliando la noción de sacrificio. Una rápida ojeada a la Biblia nos instruye sobre la importancia y la universalidad del sacrificio. V.g. humanidad primitiva (Gén. 8,20),patriarcal (Gén. 15,9) época mosaica (,Ex. 5,3), Jueces y Reyes (Jue. 20,26 y I Reg. 8,64. El más significativo, el sacrificio que sella la Alianza de Dios con el Pueblo en el monte Sinaí.
Dice el libro del Éxodo (24, 4-8) lo que sigue:”…Luego, Moisés escribió todas las palabras del Señor y, levantándose temprano por la mañana, construyó al pie de la montaña un altar(…) Mandó a algunos jóvenes de los hijos de Israel que ofrecieran holocaustos y que inmolaran novillos como sacrificio de comunión en honor del Señor.. Entonces Moisés tomó la mitad de la sangre y la echó en unos recipientes; la otra mitad la vertió sobre el altar. Tomó después el Libro de la Alianza y lo leyó a oídos del pueblo, que respondió:”Haremos y obedeceremos todo lo que ha dicho el Señor”.A continuación tomó Moisés la sangre y roció con ella al Pueblo, diciendo: “Ésta es la sangre de la alianza que ha hecho el Señor con vosotros de acuerdo con estas palabras”

Jesús establece una última y definitiva Alianza entre Dios y la Humanidad.

En la Cena, Jesús, tomando el cáliz lleno de vino, dice: “Tomad y bebed todos de él porque ésta es mi Sangre de la Nueva Alianza, que será derramada por vosotros para el perdón de los pecados.)

1.- Lo que “se pierde” por ir a Misa.

San Isidro Labrador oía Misa todos los días. Sus envidiosos le denunciaron al amo de que por ir a Misa abandonaba el trabajo en sus campos. Le riñó el amo. Y le respondió S. Isidro:” Venga, mi señor, a ver si mis campos están abandonados”. En efecto, vino un día, y, escondido, vio que en cuanto llegó S. Isidro, se pusieron a su lado dos ángeles a arar con él. Maravillado, dio gracias a Dios por aquel buen servidor que tenía.

2.- En Alemania., por el año 1965.

Escribía un español, emigrante en Alemania, a un buen amigo lo que le había sucedido hacía unos días. Le contaba que él vivía en un barracón con un grupo grande de turcos que no creían en nada. Él sí era un buen cristiano y rezaba ante ellos cada día, sin importarle nada lo que pudieran decir de él los compañeros… que, en el fondo, le envidiaban por la fe que tenía. Salió un domingo a oír la Santa Misa como hacía cada semana.. La Iglesia estaba a más de veinte kilómetros. Y aquel domingo había caído una fuerte nevada que le llegaba a las rodillas. A pesar de eso, salió. A la vuelta, había arreciado el nevazo, se habían borrado muchas señales… ¡y se perdió. Pensó en seguida que si no encontraba pronto su barracón, moriría helado. Y entonces, sacó del bolsillo un crucifijo que siempre llevaba, lo miró y le dijo: “Señor, a mi no me importa morir. Te llevo en mi alma después de haber comulgado. Pero mis hijos me necesitan. Échame una mano. Tú puedes…” A poco, vio una lucecita entre los árboles. Allí encontró su salvación.

Reflexión y propósito para esta semana

* Calar con la mayor intensidad la gran verdad de que la Santa Misa
es el mismo y único sacrificio del Calvario.
(¿cuál hubiera sido tu actitud en presencia de Cristo que muere clavado en la Cruz?)

** Asistir esta semana algunos días a la Santa Misa y dar gracias a Dios por el inmerecido amor que nos tiene.

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