La Oración según el Santo Cura de Ars. Hora santa            Parroquia de san Pío X

La Oración según el Santo Cura de Ars. Hora santa Parroquia de san Pío X

La Oración según el Santo Cura de Ars

Hora Santa

Parroquia San Pío X

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Se reza la Estación del Santísimo Sacramento…

 

Jesús Eucaristía, que quieres que toda alma este unida a Ti, para conocerte y amarte ayúdanos a ser hombres y mujeres de oración, conducenos por caminos de fe y amor, enamoranos cada día más de Ti para que nuestro gozo sea estar ante tu Presencia santa.

 

Lectura del Santo Evangelio según san Lucas 12,8-12
En aquel tiempo, Jesús dijo a los discípulos: “Yo les aseguro que a todo aquel que me reconozca abiertamente ante los hombres, lo reconocerá abiertamente el Hijo del hombre ante los ángeles de Dios; pero aquel que me niegue ante los hombres, yo lo negaré ante los ángeles de Dios.
A todo aquel que diga una palabra contra el Hijo del hombre, se le perdonara, pero aquel que blasfeme contra el Espíritu Santo, no se le perdonará.
Cuando os lleven a las sinagogas y ante los jueces y autoridades, no se preocupen de cómo se van a defender o qué van a decir, porque el espíritu Santo le enseñará en aquel momento lo que convenga decir.”
Palabra del Señor.

Releemos en silencio y compartimos la frase que más nos llegue al corazón.

La oración según el santo Cura de Ars.

El pastor según el Corazón de Dios.

Hermosa obligación del hombre: orar y amar. Considérenlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo. Por esto, nuestro pensamiento debe estar siempre orientado hacia allí donde está nuestro tesoro.

El hombre tiene un hermoso deber y obligación: orar y amar. SI oráis y amáis, habrán hallado la felicidad de este mundo.

La oración no es otra cosa que la unión con Dios. Todo aquel que tiene el corazón puro y unido a Dios experimenta en sí mismo como una suavidad y dulzura que lo embriaga, se siente como rodeado de una luz admirable.

En esta intima unión, Dios y el alma son como dos trozos de cera fundidos en uno solo, que ya nadie puede separar. Es algo muy hermoso, esta unión de Dios con su pobre criatura, es la felicidad que supera nuestra comprensión.

Nosotros nos habíamos hecho indignos de orar, pero Dios, por su bondad, nos ha permitido hablar con él. Nuestra oración es el incienso que más le agrada.

Hijos míos, vuestro corazón es pequeño, pero la oración lo dilata y lo hace capaz de amar a Dios. La oración es una degustación anticipada del cielo, hace que una parte del paraíso baje hasta nosotros. Nunca nos dejo sin dulzura, es como una miel que se derrama sobre el alma y lo endulza todo.

En la oración hecha debidamente, se funden las penas como la nieve ante el sol. Otro beneficio de la oración es que hace que el tiempo transcurra tan aprisa y con tanto deleite, que ni se percibe su duración. Mirad: cuando era párroco en Bresse, en cierta ocasión en que casi todos mis colegas habían caído enfermos tuve que hacer largas caminatas, durante las cuales oraba al buen Dios y créanme, que el tiempo se me hacia corto.

Hay personas que se sumergen totalmente en la oración como los peces en el agua, porque están totalmente entregadas al buen Dios. Su corazón no está dividido. ¡Cuánto amo a estas almas generosas! San Francisco de Asís y santa Coleta veían a nuestro Señor y hablaban con Él del mismo modo que hablamos entre nosotros.

Nosotros, por el contrario, ¡Cuántas veces venimos a la Iglesia sin saber lo que hemos de hacer o pedir! Y sin embargo, cuando vamos a casas de cualquier persona, sabeos muy bien para que vamos. Hay algunos que incluso parece como si le dijeran al buen Dios: “Solo dos palabras, deshacerme de ti…!

Muchas veces pienso que cuando venimos a adorar al Señor, obtendríamos todo lo que le pedimos si se lo pidiéramos con una fe muy viva y un corazón muy puro.

Releemos y oramos espontáneamente de acuerdo a lo que leímos.

 

 

 

Canto.
Tu fidelidad es grande, tu fidelidad incomparable es
//Nadie como tu bendito Dios, grande es tu fidelidad//

Oremos a María santísima
Mamita María enséñanos a amar a tu Hijo con un corazón sincero y noble para que podamos expresar con nuestras palabras y con nuestros actos, el amor que le tenemos, que cada día deseemos vivir más intensamente el tesoro de la oración.

 

1er. Misterio. Los cristianos que trabajan en salvar su alma están siempre felices y contentos, gozan por adelantado de la felicidad del cielo, serán felices por toda la eternidad.
Oremos para que seamos hombres y mujeres de oración.

 

2do. Misterio. Un buen cristiano, avaros del cielo, hace poco caso de los bienes de la tierra, sólo piensa en embellecer su alma, en obtener lo que debe contenerle siempre, lo que debe durar para siempre.
Oremos para que seamos hombres y mujeres de oración.

 

3er. Misterio. Estaba profundamente convencido de que una persona es feliz cuando vive con Dios y que es infeliz sólo cuando una persona libremente se ha separado de Dios: porque no conoce lo que Dios dice, porque ha dejado de escucharle y hacerle caso.

“Hijos míos, ¿Por qué somos tan ciegos y tan ignorantes? ¿Por qué no hacemos caso de la Palabra de Dios? Pero lo primero para hacer caso a Dios es saber que dice, estar formado: Con una persona formada hay siempre recursos. Una persona que no está formada en su religión es como un enfermo agónico, no conoce ni la grandeza del pecado, ni la belleza del alma, ni el precio de la virtud, se arrastra de pecado en pecado.
Oremos para que seamos hombres y mujeres de oración.

 

4to. Misterio. Hay muchos cristianos que no saben por qué están en el mundo, ¿Por qué Dios mío, me has puesto en el mundo’ –para salvarme- y ¿Por qué quieres salvarme? -porque te amo- ¡qué bello y qué grande es conocer y servir a Dios! Es lo único que tenemos que hacer en el mundo. Todo lo demás es tiempo perdido.
Oremos para que seamos hombres y mujeres de oración.

 

5to. Misterio. “Hay personas que no aman al buen Dios, que no le rezan y que prosperan, es mal signo. ¡Han hecho poco de bien a través de mucho mal! El buen Dios les da su recompensa en esta vida” Cuando no tenéis el amor de Dios en vosotros, sois muy pobres. Sois como un árbol sin flores y sin frutos.
Oremos para que seamos hombres y mujeres de oración.

 

 

 

Recemos la Coronilla de la Misericordia De rodillas o de pie
Padre nuestro…Ave María… Credo…
En las cuentas grandes antes de cada decena.

Padre eterno, te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de tu amantísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como propiciación por nuestros pecados y los del mundo entero.

En las 10 cuentas pequeñas de cada decena.
Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.

Jaculatoria para rezarse al final de cada misterio.
Oh Sangre y Agua que brotasteis del Sagrado Corazón de Jesús como una fuente de Misericordia para nosotros, Confiamos en Ti

Doxología final después de las cinco decenas.
Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero
(3 Veces)

Oremos en Silencio

Por las necesidades en todo el mundo en especial por la paz en Siria.

 

 

Los momentos que nos quedan reparemos el Corazón de Jesús que sufre por todos los sacrilegios cometidos en las diversas Iglesias del mundo y por todos los que cometen comuniones y confesiones sacrílegas, oremos para que el Espíritu Santo, les dé luz y conversión y a todos nos permita realizar buenas y sinceras confesiones.
Repetimos varias veces esta jaculatoria, para reparar su Corazón:

Cuerpo y Sangre de Jesús, os quiero, os amo y os adoro.
 

Os pido perdón y misericordia por todos los sacrilegios cometidos.

 

 

Te amo Oh mi Dios

Te amo, Oh mi Dios, mi único deseo es amarte,
Hasta el último suspiro de mi vida.
Te amo, Oh infinitamente amoroso Dios.
Y prefiero morir amándote que vivir un instante sin Ti
Te amo, Oh mi Dios y mi único temor es ir al infierno
Porque ahí nunca tendría la dulce consolación de tu amor, Oh mi Dios.
Si mi lengua no puede decir, cada instante que te amo,
Por lo menos quiero que mi corazón lo repita
Cada vez que respiro.
Ah, dame la gracia de sufrir mientras que te amo,
Y de amarte mientras que sufro,
Y el día que me muera no sólo amarte
Pero sentir que te amo.
Te suplico que mientras más cerca este de mi hora final
Aumentes y perfecciones mi amor en Ti amén.

San Juan María Vianney

¡¡¡Unidos en la Eucaristía!!!

 

Acerca del autor

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3 Comentarios

  1. ILSSE DE MUNOZ

    QUE BELLEZA DE ORDEN Y DULZURA PARA DIRIGIRNOS AL AMADISIMO EN EL SANTISIMO SACRAMENTO DEL ALTAR Y A NUESTRA SENORA HACEMOS ORACION A SOLAS MUCHAS VECES, Y PARA EVITAR DISTRACCIONES, Y CONTROLAR A “LA LOCA DE LA CASA” ME PARECE MAGNIFICO. DIOS LOS BENDICE. GRA
    CIAS

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