Billete Celador –Un Mensaje para Ti Guardia de Honor- Ha resucitado… Parroquia de San Pío X

Billete Celador –Un Mensaje para Ti Guardia de Honor- Ha resucitado… Parroquia de San Pío X

Billete Celador –Un Mensaje para Ti Guardia de Honor-

Ha resucitado…

       Parroquia de San Pío X        

Viveeee     

El primer día de la semana, muy de mañana, fueron al sepulcro llevando los aromas que habían preparado. Pero encontraron que la piedra había sido retirada del sepulcro. Entraron, pero no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. No sabían que pensar  de esto,  cuando se presentaron ante ellas dos hombres con vestidos resplandecientes. Asustadas,  inclinaron el rostro en tierra, pero les dijeron: “¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo? No está aquí, ha resucitado. Recordad cuando os hablo cuando  estaba todavía en Galilea, diciendo: es necesario que el Hijo del hombre sea entregado en manos de los pecadores y sea crucificado, pero al tercer día resucitara.” y ellas recordaron estas palabras.  Regresaron, pues,  del sepulcro y anunciaron todas estas cosas a los Once y a todos los demás. Las que referían estas cosas a los apóstoles eran María Magdalena, Juana y María la de Santiago y las demás que estaban con ellas. Pero a ellos todas aquellas palabras les parecían desatinos y no les creían.

Lucas 24,-1-12

San Agustín: pasado el reposo sabático, las santas mujeres fueron con aromas al sepulcro para ungir el cuerpo del Señor. A su llegada se encontraron con el sepulcro abierto y, entrando, vieron a un ángel quien les transmitió un mensaje para los apóstoles y, nominalmente, a Pedro. Es un rasgo delicado de perdón y de reconocimiento de la jefatura  espiritual de Pedro. El mensaje  consistía en decirles que el Señor, resucitado, les esperaba en Galilea, donde le verían, cumpliéndose así lo que les había dicho en el Cenáculo. Abramos nuestro corazón a la más intensa alegría: aquel Jesús que fue crucificado y sepultado, resucitó el tercer día. No admitamos dudas a nuestra fe: Dios que nos ha sacado de la nada, ¿podría encontrar dificultad en resucitar de la muerte la naturaleza humana que asumió al encarnarse?

 

No seamos de los incrédulos que no creen en Jesucristo, más bien alegrémonos, Cristo Vive.

 

Jesucristo cumplió su cometido con su Pasión, Muerte y Resurrección nos ha ganado un lugar en el cielo. Ha resucitado, y con Él toda la humanidad, a pesar de los incrédulos.  ¡Cristo vive! ¡Ha vencido la muerte! tiene en sus manos el poder,  es el Señor de la vida y de la muerte ¡con su resurrección da sentido a nuestras vidas, vivifica nuestra fe y enciende en nuestro corazón, la esperanza en Él!  Él no abandona a sus amigos… en la Eucaristía, Cristo, vive resucitado con toda su gloria.

¡Qué Amor tan sublime y a la vez tan incomprendido y poco amado!

¡Cuánto le ha costado quedarse con nosotros! ¿Si conociéramos el don de Dios?  Cuantas  almas se duelen del terrible sufrimiento de su pasión; se les desgarra el corazón,  verlo  como un guiñapo clavado en la Cruz;  muerto en los brazos de su Madre   parten el alma… ¿pero verlo solitario en el Sagrario,  despreciado, sufriendo el abandono de los suyos, la traición de sus amigos, los ultrajes y desprecios de quienes lo odian… no despierta en nosotros el deseo de consolarlo, de velar con Él, de acompañarlo en sus sufrimientos o amarlo por quienes no lo aman?

 

¡Cristo, resucito! ¡Vive en la Eucaristía! Pero que terrible realidad, él, sigue sufriendo los ultrajes de su Pasión y Muerte; en la Santa Eucaristía, el Tesoro más grande de nuestra fe cristiana,  el Sacramento del Amor, es muy poco amado y valorado. Creer en su  resurrección va mas allá de los que el ojo puede ver y el oído oír. Para ser testigos necesitamos conocerlo, confiar en su Palabra, creerle, recibirlo y saborear su Presencia… las apariciones del resucitado son de carácter muy diverso; algunas sin duda se quedan en el dominio palpable: la persona está convencida que ve, oye, dialoga… en momentos de éxtasis: el encuentro directo con Dios, aporta una verdad indecible  que deja grabada en el espíritu, una convicción que renueva a toda la persona. Muchos Mártires y Santos son Testigos que prefirieron morir  su fe y amor a la Eucaristía.  Hoy necesitamos ser testigos que crean y amen a Jesús Sacramentado, y con obras de misericordia con los enfermos, los desamparados…testifiquemos que Cristo resucito.

Mamita María, en los momentos más importantes de tu Hijo Jesucristo, siempre estabas presente mostrando “si”  a la palabra de Dios amor, todo tu ser, existencia y vida testifican este “si”. Don de Dios, fruto de la muerte y resurrección de Cristo. Cristo  mostro en ti el fruto máximo de su redención. Mamita María, tu eres Madre de la Iglesia ayuda a tus hijos  a pronunciar también este sí, con la misma profundidad con la que tu lo hiciste, en tus manos esta nuestra santificación, nuestra colaboración en la obra evangelizadora, enséñanos a vivir estrechamente con tu Hijo Jesucristo.

Oremos por todos los sacerdotes alcancen la santidad y  para que nuestro Señor siga suscitando vocaciones sacerdotales,  para que nunca nos falte la Sagrada Eucaristía.

Intención del Santo Papa para que las familias en dificultad reciban los apoyos necesarios y los niños puedan crecer en ambientes sanos y serenos.

Oremos por todas las necesidades de nuestra Iglesia en especial por: santo Papa Francisco, Papa Emérito Benedicto XVI, Arz. Alfonso Cortes Contreras, Arz. Emérito José Guadalupe Martin Rabago, Obispo Juan Pallares, por todos los Obispos y sacerdotes del mundo en especial por: P: Eduardo Contreras, P. Juan Rodríguez Alba, P. Mario García, P. Juan Manuel Fernández, P. Silverio Chávez Ayala, P. Rafael, P. Martin Tafolla, P. Jorge Claudio, P. Hugo Landeros, P. Arturo Pérez Márquez, P. Antonio Borja,  P. Arturo Espinoza Rico, P. Jorge Avalos, P. Chuy Salazar, P. Carlos Muñoz F., P. Chuy Reyes, P. José López, P. Valentín Garibay, P. Joel Padrón González, P. Juan María Huerta Muro, P. Roberto Velázquez, P. Cástulo Zavala, P. Eduardo Córdova, Párroco Tomas M. Zielinski, P. Juan Desiderio Espinoza, P. Miguel Domínguez, P. Leo Patlán, P. Emmanuel Ayala, Arz. Ulises  por todos los seminaristas, por todas las órdenes religiosas, vocaciones sacerdotales, Misioneros, Diáconos, todas las autoridades eclesiales, Ministros Extraordinarios de la Sagrada Comunión, todos los Ministerios en especial Catequesis infantil, Familia, Comunidades, Epso Caritas, Evangelización, Liturgia, Música, Ministerio de Jóvenes, Pastoral de la Salud, Visitan la Cárcel, Niños de María y todos los Servidores de la Iglesia.

 

Celadores del Santísimo Sacramento y Guardias de Honor del Sagrado Corazón de Jesús.

 

Oremos por todos los enfermos del mundo en especial por: P. Juan Manuel Fernández,  José Pedro Ontiveros  (Hepatitis) Evangelina Márquez, Gora Gallardo. Por todos los enfermos del alma.

Por la conversión de todos los pecadores.

 Por todos los incrédulos.

Por la paz en todo el mundo.

 

Por todos los misioneros, para que su esfuerzo por evangelizar de frutos en abundancia.

  

 

Por todos nuestros fieles difuntos en especial: Timoteo Martínez, Juan Ramírez  y las almas del Purgatorio.

 

¡¡¡Unidos en la Eucaristía!!! 

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