Billete Celador -Un Mensaje para Ti Guardia de Honor- ¿Dignidad o servicio?

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Billete  Celador -Un Mensaje para Ti Guardia de Honor-

¿Dignidad o servicio?  

Parroquia de San Pío X

¡¡¡Felicidades Mama!!!

viva-María

 

Y exclamó a gritos: “Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que venga a verme la madre de mi Señor?

Lc  1, 42-43

 

S. Ambrosio: Bendita tu entre las mujeres. Aquella que se había escondido por vergüenza, ahora se exalta; aquella que se ruborizaba, levanta la voz para bendecir. Y a gran voz exclama, porque siente a Dios allí presente; a gran voz grita como para hacer oír a los siglos, a los que profetiza que Dios se ha emparentado con el hombre y se esconde en el seno de la Virgen.

 

María es bendita entre las mujeres. El “sí” de la humanidad a Dios ha sido pronunciado por María. Toda su vida es un “si” pleno a la palabra de Dios. Isabel y la Iglesia,  reconoce a María  su prototipo,  modelo y madre.

 

Su fidelidad a Dios la ha hecho Madre de Dios y Madre nuestra.

María después de la anunciación del ángel, ha ido a servir a su prima necesitada, sin hacer gala y propaganda de su generosidad. Isabel descubrió en María la presencia de Dios. ¿En nosotros también se percibe?

 

El mundo en el que vivimos es un verdadero caos lleno de injusticias sociales, en el que si eres rico vales, tienes clase o abolengo mereces reconocimiento y respeto;  en donde se practican diversas formas de esclavitud,   donde se desprecia al desvalido, al pequeño, al que no produce o no da a ganar, donde miles de trabajadores sufren condiciones infrahumanas; discriminaciones de todo tipo, penas indignantes, terribles torturas, miles de niños  abortados y tratados como desechos, padres que venden a sus hijos o se benefician dedicándolos a  trabajar, a prostituirse; millones de pobres en todo el mundo viviendo o más bien tratando de sobrevivir; abusos de poder…            

 

“Dios creó al  hombre a su imagen,  a imagen de Dios lo creó, hombre y mujer los creó” Gn 1,27

Dios lo  ha  elevado  a tan alta dignidad: de ser llamado hijo de Dios, capaz de reconocer y  amar libremente a su Creador. Todo ser humano sea cual fuere su condición hombre o mujer, rico o pobre, niño o anciano, enfermo o sano…es siempre digno. La Dignidad está fundamentada en el reconocimiento de que toda persona merece respeto independientemente de sus capacidades.

La dignidad es el resultado del buen equilibrio emocional.

 

El hombre y la mujer cooperan de una manera única en la obra del Creador.

 Dios llama a participar de su vida divina, su conocimiento y de su amor.

Todo hombre es precioso a los ojos de Dios.

 

Un exceso de la dignidad  puede fomentar el orgullo de pensar  que tienen derechos exclusivos o  privilegios que los demás no pueden  gozar, sólo ellos; el cual les hace creer que tienen el derecho a someter, esclavizar e incluso matar a personas inocentes a sus deseos o antojos, justificando sus actos pues ven a la persona humana como objetos o sin valor para lograr sus objetivos.  Son personas llenas de egoísmos. Ellas mismas son esclavas de su propio pecado.

 

La Educación forma un papel importante, el autentico ejercicio de la libertad más allá del  comportamiento externo exige la formación de la inteligencia, de la voluntad y el fomento de valores.

 

Con todo, se salvará por su maternidad mientras persevere con modestia en la fe, en la caridad y en la santidad.  1Timoteo  2, 15

El “si”  de la mujer ante el eminente compromiso de amar, educar y guiar a los hijos; tiene un valor muy grande en la sociedad, el cooperar en la obra del Creador no sólo significa dar vida sino al igual que María santísima cultivar en los hijos la fidelidad a Dios.    

 

La mujer que trabaja, es digna de  respeto y más aún cuando cumple con la obligación de transmitir a los suyos el amor a Dios y a los demás.

 

En la Iglesia es más el que ama  más y sirve más a los otros. No hay otra manera de amar y servir que el poner a disposición de los otros lo que Dios nos ha dado para este servicio: los carismas o gracias y cualidades personales. Estas gracias y cualidades se atrofian y se esfuman cuando no las empleamos para servir.

 

En el hogar se puede lograr la santificación cumpliendo con nuestro deber.

Ozias dijo a Judit: ¡Bendita seas hija de Dios Altísimo más que todas las creaturas de la tierra! Y bendito sea Dios, el Señor, Creador del Cielo y de la tierra,…Jamás tu confianza faltará   en el corazón de los hombres que recordarán la fuerza de Dios eternamente. Que Dios te conceda para exaltación perpetua, ser favorecida con todos los bienes, porque no vacilaste en exponer tu vida…Amén, Amén.    

  Judit 13,18-20

 

Padre bueno y eterno te suplicamos nos des la gracia de reconocer el don tan grande de ser madre para que correspondamos amando y respetando  a nuestros hijos.

Padre santo ayúdanos a tratar a todos nuestros hermanos con la dignidad de ser también hijos de Dios.

Padre Misericordioso ayúdanos a seguir el ejemplo de María nuestra Madre.
Padre Amoroso ayúdanos a ser dignos educadores de nuestros hijos.

 Gracias Padre bondadoso por la dignidad tan grande que das al ser humano ayudanos a corresponder a tu amor infinito.

 

Oremos por todas las necesidades de nuestra Iglesia en especial por: santo Papa Francisco, Papa Emérito Benedicto XVI, Arz. Alfonso Cortes Contreras, Arz. Emérito José Guadalupe Martin Rabago, Obispo Juan Pallares, por todos los Obispos y sacerdotes del mundo en especial por: P: Eduardo Contreras, P. Mario García, P. Juan Manuel Fernández,  P. Silverio Chávez Ayala,  P. Jorge Avalos, P. Chuy Salazar, P. Chuy Reyes, P. José López, P. Valentín Garibay,  P. Joel Padrón González, P. Juan María  Huerta Muro, P. Roberto Velázquez, P. Cástulo Zavala, Padre Rito, Párroco Tomas M. Zielinski por todos los seminaristas en especial por Francisco Idalino Servin Medina, Diego Antonio Álvarez Ibarra, Emmanuel Ayala, por todas las órdenes religiosas, vocaciones sacerdotales, Misioneros, Diáconos, todas las autoridades eclesiales, Ministros Extraordinarios de la Sagrada Comunión, todos los Ministerios en especial Catequesis infantil, Familia, Comunidades, Epso Caritas, Evangelización, Liturgia, Música, Ministerio de Jóvenes,  Pastoral de la Salud, Visitan la Cárcel, todos los Servidores de la Iglesia.

Celadores del Santísimo Sacramento y Guardias del Sagrado Corazón de Jesús.

  

Oremos por las necesidades de todas las mamas del mundo, en especial las que están enfermas, por las que sufren violencia para que nuestro padre las bendiga y ayude en todas sus necesidades.

Oremos por todas las mamas que tienen hijos enfermos o discapacitados.

Oremos por todos los médicos que se dedican a practicar abortos para que reconozcan  el valor tan grande de la vida.

Oremos por todas las mujeres que aún no han podido concebir para que pronto sean bendecidas.

Oremos por todos los hijos que irresponsablemente se han  olvidado de sus padres para que recapaciten y vean en ellos la presencia de Dios y recompensen todo el bien que han hecho en sus vidas.

Oremos por todas las mujeres que están pensando en abortar.

Oremos por todas las mamas que gozan en el cielo.

Oremos  por el  buen temporal.

 

¡¡¡Unidos en la Eucaristía!!!

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